No one is not mixed, so what?  Es una pintura más de la serie Black Lives Matter de Karlo. Sobre fondo que representa el planeta. El verde de la naturaleza, el azul en distintas tonalidades nos hace alusión a los mares, al cielo. Sobre este fondo vemos a cuatro niños pequeños en distintas mezclas. Ninguno es unicolor. Karlo quiere darnos a entender que todos somos mezcla de grupos étnicos. La única diferencia es, que tanto volvemos en el tiempo y buscamos los antepasados de cada uno. En algunos tienes la mezcla muy reciente. Como en él mismo. En otros se tiene que ir unas décadas atrás. En otros un par de siglos. Quién decide donde está el límite? Posiblemente el que quiere sentirse sobre los otros. 

La „mezcla“ de Karlo es muy reciente. Padre blanco que ya es mezcla de blanco con amarillo. Su madre es mezcla de blanco con negro. Karlo siempre fue visto como exótico. Se ha acostumbrado a serlo. 

„El problema no es ser percibido como exótico, sino el que me asuman características y expectaciones que no serán satisfechas“. 

Uno de los motivos por los que Karlo se siente muy incomodo cuando se le pregunta de donde viene. Ya que esta pregunta no es tan fácil de responder en su caso. Y ademas porque la respuesta hace asumir muchas cosas que no tienen que ver con él o su personalidad.

Karlo se siente simplemente como un ser humano más. Tiene una idiosincracia muy mezclada que es producto de sus experiencias. Nacido en Lima, socializado en Alemania o mejor dicho en Europa. Un intelectual del que se espera un peruanismo que no puede dar (o solo en parte). Y esto decepciona a muchos. Por eso la necesidad de contar su historia mediante sus imágenes. Y de hacer entender que racismo negativo o positivo es racismo. 

Acrílico en lienzo
Formato: 13×18 cm.