Las áreas de color diseñadas geométricamente con elementos muy controlados transmiten una experiencia estética sin que el espectador piense en la conexión planificada con precisión entre los elementos.
El artista crea una impresionante sensación espacial con solo unos pocos niveles de color. Una arquitectura imaginaria se siente sin ser directamente visible. El posicionamiento de las formas geométricas, como en otras de sus obras, anula la moderación del color en esta pintura. La composición de las figuras le da vida atractividad. Según Platón: “Las líneas rectas y los círculos no solo son hermosos, son eternos y absolutamente hermosos”. El espectador puede percibir su belleza inmutable a través de las figuras y líneas de esta obra.
El expresionismo abstracto (o para algunos constructivismo) nos permite sumergirnos en las profundidades de este edificio.
Un trabajo emocionante, misterioso y atractivo. La moderación de los tonos grises con su indiferencia en la interacción con la construcción del cuadro casi instan al espectador a entrar.
Óleo en lienzo
Formato: 80×80 cm.